
Crédito de la foto: Dra. Samantha Patrick
Un nuevo estudio de la Universidad de Liverpool proporciona la primera evidencia de que los albatros callejeros, una de las aves marinas más grandes, pueden usar infrarrojos para ayudarlos a navegar largas distancias sin características que cubran miles de millas.
En un periódico publicado en una revista. Proceso de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), Investigadores de la Escuela Universitaria de Ciencias Ambientales muestran que el albatros se orienta hacia áreas de la «fuerte» microfibra infrarroja cuando vuela largas distancias.
El infrasonido es una forma de sonido de baja frecuencia que es inaudible para los humanos pero omnipresente en ambientes marinos. Los microbaroms son un tipo de infrasonido asociado con la colisión de las olas del océano. Estas zonas de olas también están asociadas con fuertes vientos, de los que dependen los albatros para volar eficientemente.
Los investigadores utilizaron un rastreador GPS para determinar la trayectoria de vuelo de 89 albatros callejeros que se reproducen en las islas Crozet del Océano Austral durante su viaje hacia el mar, que puede llevar algún tiempo, hasta un mes.
Luego compararon estas rutas de vuelo con un mapa acústico de muestra creado por el equipo para representar la distribución del microbarom de infrasonido.
Esto sugiere que los albatros se desvían hacia la región del «fuerte» infrasonido microbarom al despegar durante un vuelo directo, lo que sugiere que pueden percibir y responder al microbarom infrasonido que se extiende a largas distancias.
La Dra. Natasha Gillies, ecóloga marina de la Facultad Universitaria de Ciencias Ambientales, quien dirigió el estudio, en colaboración con la Dra. Lucía Martín López, dijo: Una pregunta básica en ecología.
«Para los animales marinos, como las aves marinas, esta cuestión es especialmente interesante debido a la disponibilidad limitada de información visual, lo que significa que en el movimiento deben intervenir otras señales.
«Se ha sugerido que las aves marinas podrían utilizar el infrarrojo para ayudarles a explorar las vastas extensiones de la característica única del entorno oceánico en el que vuelan para alimentarse.
«Nuestros resultados proporcionan la primera evidencia de la respuesta a las ondas climáticas en el contexto del movimiento de animales fuera de su hábitat».
El estudio forma parte del programa Human Boundary Sciences que reúne a colaboradores internacionales (Universidad Stellanbosch, Sudáfrica; Universidad de Florida, EE.UU.; Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos, Países Bajos).
Esta es la primera prueba de su propuesta anterior de que el infrarrojo podría ser una señal importante para las aves marinas.
«Sólo a través de una ciencia interactiva que reúna a científicos de todos los ámbitos de la vida podremos lograr conocimientos tan nuevos y emocionantes», afirmó la Dra. Samantha Patrick, quien dirigió el esfuerzo.
El artículo ‘El movimiento de los albatros muestra sensibilidad a las señales de infrasonidos en el mar’ (doi: 10.1073 / pnas.221867912) fue publicado en Funcionamiento de la Academia Nacional de Ciencias.